El sistema mediante hornos de pirolisis se fundamenta en algo tan sencillo como la eliminación de las pinturas mediante la degradación térmica, es decir se quema en una atmosfera controlada y con un sistema de recirculación de los gases generados a la cama de combustión, lo que hace que las emisiones de gases a la atmosfera son muy reducidas.
Con este proceso se pueden decapar grandes espesores sin dañar el substrato base, es apto tanto para acero carbono e inoxidables como para aluminio, latón u otros materiales, con un control de temperatura y tiempo se pueden decapar prácticamente cualquier metal.